¿Cómo puedo proteger a mi hijo pequeño del ciberacoso?

Cuando los niños pequeños pueden comunicarse con otros mediante celulares y tabletas, se abren nuevas oportunidades para socializar. Sin embargo, si tu hijo está enviando mensajes de texto o usando funciones sociales en aplicaciones o juegos, podría estar expuesto a insultos, burlas, o al ciberacoso (también conocido como ciberbullying). Puedes ayudar a los niños enseñándoles los principios del comportamiento seguro y responsable en línea.

Estas son algunas formas de proteger a tu hijo del ciberacoso:

• Tengan claro qué pueden esperar cuando interactúen con los dispositivos digitales.

• Hablen sobre la información privada que no se debe compartir, como su nombre completo o de familiares, fecha de nacimiento, género, dirección y nombre de la escuela.

• Establece límites; supervisa sus actividades en línea; y, a la vez, ayúdalo a desarrollar su independencia.

• Elige entretenimiento apropiado para su edad y de alta calidad. A su edad, no es apropiado mirar contenido que muestre comportamiento negativo sin resultar en una consecuencia o lección. Enseña a tu hijo a respetar otras experiencias e identidades al ver películas y programas, e interactuar con aplicaciones y juegos diversos.

También puedes ayudar a los niños a reconocer y responder al ciberacoso:

• Explícale a tu hijo lo que es el ciberacoso o ciberbullying: palabras o comportamientos repetidos, que son malos o dañinos, y que ocurren en línea.

• Practiquen la comunicación respetuosa (no ofender a los demás) y pongan límites sobre cómo otros los pueden tratar. Enséñales a los niños a ser amables y compasivos, que son unas habilidades muy útiles tanto en línea como cara a cara.

• Déjales saber que apoyar a un amigo que está siendo acosado puede hacer una gran diferencia.

• Si tu hijo cree que está siendo acosado, dile que siga los pasos de ALTO:

  • Aléjate de la computadora o dispositivo.

  • Llama a un adulto de confianza y cuéntale lo ocurrido.

  • Ten permiso para regresar al sitio.

  • Obedece la regla de parar y pensar en lo que pasó, antes de que decidas, con la ayuda de un adulto, si debes responder y cómo.