Balada de un hombre común

Balada de un hombre común es una hazaña cinematográfica, toma los suaves acordes de la música folk y los presenta como lo que son, un acto revolucionario. No sólo porque ha sido la banda sonora de muchos movimientos sociales, sino de los personales también. El papel de Oscar Isaac como Llewyn es revelador, profundamente cansado, con un inmenso talento y cuya pasión por hacer música lucha fervientemente contra los caprichos de la industria y contra sus demonios personales, uno de los cuales es la pérdida de su compañero de música debido al suicidio. Cuando Isaac canta, primero nos transportamos a los oscuros bares del West Village de los años 60 y, mucho más importante, a la jungla del desánimo y confusión en la que éste vive. Es una actuación magnifica. Algunos que lo apoyan son nuevos en la familia de los hermanos Coen (Timberlake, afortunadamente calmado y a la defensiva) y algunos amados veteranos (Goodman).

Sin embargo, no sólo Isaac y el reparto de Balada de un hombre común hacen que esta entrega sea memorable. La música, cuya banda sonora está a cargo de T-Bone Burnett, ocupa un lugar protagónico. Los Coen cuentan la historia de una manera inteligente y circular, haciéndo que se entienda la futilidad y la magia de una época. Pero no todo es tristeza y llanto. Todo el proyecto está impregnado del singular humor de los Coen. Ve a verla.