Bottoms

Desgarradora y surrealista, esta película se distingue por ser un tipo de comedia completamente nuevo: un festival de escándalo centrado en mujeres queer. El mundo de Bottoms se inspira en las comedias sexuales de los años ochenta: Hay reuniones de adolescentes improbablemente multitudinarias, actores de veintitantos años que interpretan a estudiantes de instituto, y todo el mundo en el instituto está extrañamente centrado en una histórica rivalidad futbolística. Pero la película socava estos clichés salvajemente: Los jugadores de fútbol del instituto nunca se quitan el uniforme (incluidas las protecciones), y se rumorea que el conflicto del Gran Partido en el clímax de la película implica un sacrificio humano.

Mientras tanto, PJ (Rachel Sennott) y Josie (Ayo Edebiri), son igual de atrevidas, sobre todo PJ, que se concentra en tener relaciones físicas con quien le gusta. Edebiri dota a Josie de un poco más de emoción (ella es la que da el gran discurso que reúne a todo el mundo para una gran pelea, seguida de abrazos), pero ambas son muy divertidas y tienen una gran química. Curiosamente, Bottoms es una comedia sexual sin sexo real: La única persona que hace topless es el Jeff de Nicholas Galitzine, y cuando dos personajes se enrollan, la cámara se aleja tímidamente mientras se hunden en la cama, besándose). Pero con gags que caen lo suficientemente a menudo como para mantener a los espectadores riéndose a carcajadas y una trama y un escenario llenos de sorpresas, Bottoms desmiente totalmente su nombre. Se trata de un nuevo tipo de comedia de enredo para todos los públicos, un subidón tonto y efervescente que bien merece su tiempo de proyección.