El mago de Oz

Incluso 70 años después de su estreno, la película del director Victor Fleming es, obviamente, una obra maestra de los inicios del cine. No solo tiene uno de los roles femeninos más icónicos y uno de los mejores ejemplos de una travesía heroica, que ha influido en cada historia de misión épica desde Star Wars hasta Harry Potter, sino que también es una combinación mágica de drama, aventura y fantasía y musical. Este es uno de los raros fenómenos cinematográficos que los abuelos de hoy en día recuerdan haber visto cuando eran pequeños y esa nostalgia se puede compartir fácilmente con otra generación de niños, que ahora pueden verla en alta definición o Blu Ray. Es un testimonio del atractivo universal de la película que, siete décadas después, El mago de Oz siga siendo culturalmente significativa, y se refleje en manifestaciones que van desde disfraces de Halloween hasta espectáculos de canto y remezclas de su famosa canción "Somewhere Over the Rainbow".

Garland, que solo tenía 16 años cuando se filmó Oz, interpreta de una forma sublime a Dorothy, especialmente cuando canta. Aunque los cinéfilos contemporáneos están acostumbrados a las precoces jovencitas que actúan, cantan y bailan promovidas por Disney y Nickelodeon, Garland se destaca como una de las primeras en el mundo del espectáculo. La voz impresionantemente madura de Garland se eleva más allá del arco iris y llega al corazón del público. Más allá de Dorothy, está el increíble trío de actores de teatro (Lahr, Bolger, Haley) que interpretaron a sus compañeros en el camino de ladrillos amarillos. Hamilton interpreta con delicia a la malvada bruja de piel verde, y Burke hace un papel memorable y reconfortante como la hermosa bruja buena Glinda. Todos deberían ver El mago de Oz varias veces en sus vidas; es simplemente una película que no nos podemos perder.