Hijos de perra (Strays)

Grosera, lasciva y absolutamente desternillante, la subversiva comedia del director Josh Greenbaum (con un reparto de voces perfecto) transmite eficazmente su mensaje: Sé amable con los animales. Es probable que los dueños que a menudo "olvidan" pasear o dar de comer a sus peludos familiares empiecen a recordarlo después de ver Hijos de perra. Pero es posible que los padres quieran echar un vistazo antes de decir que sí a lo que sin duda será una película "popular entre los adolescentes, porque también tiene sus cosas. Por ejemplo, los perros beben cerveza a lengüetazos sin darse cuenta, lo que da lugar a una diversión desenfrenada y a que Reggie declare con entusiasmo: "¡Me gusta!". Más tarde, los perros comen sin saberlo setas psicodélicas y se lo pasan en grande. Ambas escenas refuerzan la idea de que el alcohol y las drogas pueden ayudar a formar y profundizar amistades. Y luego están las palabrotas sin parar... digamos que son bastante escabrosas.

Muchos de los que han participado en la realización de Hijos de perra son veteranos en el mundo del entretenimiento para niños: Ferrell es el mismísimo Elfo, los productores Phil Lord y Chris Miller son los creadores de las películas LEGO y Spider-Verse, y el guionista Dan Perrault fue el presentador de una serie digital de críticas de películas infantiles para Fandango. Pero puede que sea precisamente por eso por lo que Hijos de perra es tan divertida: Convierte el género infantil de las películas de perros en algo obsceno, lo que provoca la risa de los espectadores, algo parecido a lo que hicieron South Park. Los cineastas están posicionando públicamente (y de forma responsable) Hijos de perra como entretenimiento para adultos, pero la pregunta es: ¿cuántos harán caso a su advertencia?