Nuevo Orden

En un momento en que la división entre clases es cada vez más pronunciada, este thriller explora una apasionante, aunque sangrienta, posibilidad de guerra de clases. Visualmente, New Order es elegante y rica, y las interpretaciones, honestas y apasionantes. A primera vista, la historia presenta a la clásica damisela en apuros, la rubia Marianne, de piel clara, que necesita ser rescatada. Para salvarla, la familia tiene que pagar un rescate enorme, que está dispuesta a pagar. Pero cuando el anciano pide a la familia mucho menos para pagar la operación que salvaría la vida de su esposa, no están dispuestos a dárselo, una situación que sugiere claramente que no creen que las vidas de los pobres valgan tanto como las de los ricos.

Al principio, hay algo convincente en que los pobres tomen lo que se les debe en forma de joyas y dinero en efectivo. Pero el maltrato de Marianne en cautividad es violento y perturbador. Y cuando los rebeldes agreden repetidamente a las mujeres (presumiblemente, a las mujeres acomodadas y de piel clara con las que nunca podrían estar), empieza a parecer fetichista y excesivamente indulgente. Pero la historia cambia cuando dos empleados de la casa de clase baja son contactados para facilitar la liberación de Marianne. Arriesgan valientemente sus vidas llevando dinero a través de los controles para salvar a la joven a la que llegaron a conocer y amar mientras trabajaban en casa de su familia. Sin embargo, esa familia desconfía de ellos y tiene prejuicios contra ellos, y así, sin saberlo, contra sus propios intereses. Al final, estos personajes deben preguntarse: ¿Sirve de algo ayudar a los ricos? ¿Y puede ganarse la confianza donde no hay respeto?