Peter Pan y Wendy

No faltan en el mundo iteraciones de Peter Pan, pero esta conmovedora película ofrece una visión más profunda y femenina que las demás. La marca Disney atraerá a un público amplio a Peter Pan y Wendy, pero podría sorprenderles la estética inquietante y los mensajes contemplativos de la adaptación de Lowery, por no hablar de su final alternativo. Al igual que Pinocho, de Guillermo del Toro, el aspecto y el enfoque narrativo de este esfuerzo reflejan la visión artística de su director, unida a una vívida partitura musical. Se podría ver la película sólo por el cuento clásico de Barrie y las justas entre Peter Pan y el Capitán Garfio, pero incluso con los emocionantes efectos especiales -por ejemplo, dar la vuelta a un barco en el aire- las escenas de lucha son la parte menos original de esta película. Podrían haberse beneficiado de un poco más de humor, como la nota que se da en una escena tardía en la que un pirata bosteza: "Despiértame cuando uno de ellos mate al otro... otra vez".

En cambio, el título de la película bien podría haber sido Wendy y Peter Pan. O incluso Wendy, Campanilla, Tigrilla y Peter Pan. Anderson, en particular, está deslumbrante como el personaje esencial de la historia, que descubre su propia fuerza a lo largo de la película. En este mundo mágico, las niñas tienen el poder y representan rasgos de carácter clave necesarios para salvar en última instancia a los niños de sus vidas. El País de Nunca Jamás pertenece a las matriarcas de la comunidad nativa de habla griega. Los niños y los hombres, por su parte, sufren un desprendimiento prematuro de sus madres; este Peter Pan no trata sólo de crecer, sino de crecer bien. No se trata de una aventura infantil, sino de afrontar la aventura de la vida de frente (conservando la magia de la infancia, si es posible). El cuento termina con una melancólica nota de resignación, incluyendo un montaje condensado en el que Wendy imagina el arco de toda su vida. Los personajes o no pueden volver atrás o deben seguir adelante.