Thor: amor y trueno

El director Taika Waititi no puede recrear la química alquímica de Ragnarok en esta secuela conveniente pero menos emocionante, en parte porque el romance de Jane y Thor no se enciende. Poner el romance entre Thor y Jane en el centro de la historia es desafortunado, porque a pesar de lo talentosos que son Hemsworth y Portman, juntos tienen una presencia insípida en la pantalla (especialmente cuando se comparan con Tom Holland y Zendaya, o Elizabeth Olsen y Paul Bettany). Tanto Thor como Jane tienen relaciones mucho más interesantes con sus amigos más cercanos, en su caso, la Valquiria de Thompson, y en el caso de ella, la Dra. Darcy Miller de Kat Dennings. Las bromas y las burlas que tienen en estas amistades platónicas eclipsan con creces el comentario lleno de lugares comunes sobre el poder del amor. Así que en parte son los actores (ya que este problema también existía en las películas anteriores de Thor) y en parte el guión, lo que dice más de lo que muestra sobre el amor. Portman siempre ha parecido una extraña elección de reparto en este papel, y aunque finalmente tiene más que hacer en esta película, todavía parece que no encaja. Al menos Korg y Valkyrie están ahí para agregar humor a los primeros encuentros ocasionalmente vergonzosos entre Thor y Jane.

En el lado positivo, este Thor, que es vulnerable y abierto al amor, muestra más profundidad que el joven, arrogante e imprudente que no pensó en las consecuencias. Ya no es un dios egoísta. Hablando de dioses, Crowe adopta un extraño acento pseudoitaliano para interpretar a un dios griego, y simplemente no funciona, lo que hace que Zeus sea más una caricatura que un personaje real. Aún así, es divertido ver al ex gladiador interpretar a un dios todopoderoso y envejecido. La tierra de los dioses también se apoya mucho en el humor peculiar de Waititi, como cuando presenta a Bao, el dios de las albóndigas, o hace referencia a la orgía no tan apta para niños que las deidades han planeado. Así como el rock 'n' roll (Led Zeppelin en particular) desempeñó un papel importante en Ragnarok, la música de Thor: amoy y trueno está dominada por el uso de los grandes éxitos de Guns N' Roses, incluidos "Welcome to the Jungle", "Sweet Child O' Mine", "November Rain" y "Paradise City", que se reproducen durante secuencias clave. Y los niños apreciarán el papel que eventualmente juegan los niños asgardianos para ayudar a su trío de líderes. También se divertirán con las cabras alienígenas que gritan y vuelan y que se convierten en una broma. ¿Esta secuela hará reír al público? Sí. Pero, ¿supera o incluso cumple con las expectativas establecidas por Ragnarok? No.