El laboratorio de Dexter

Hay mucha violencia en este dibujo animado. En un episodio, por ejemplo, Dexter y sus amigos juegan un videojuego en el que aparecen magos y personajes parecidos a Robin Hood que luchan contra dragones con espadas y arcos. Como si las terribles puñaladas no fueran suficientes, en un momento cortan el brazo de un dragón y luego de unos segundos se convierte en una piñata con caramelos saliendo de su cuerpo. El giro de la historia puede ser inteligente, pero las infinitas demostraciones de violencia en modo de burla son impresionantes.

Además, los padres de Dexter no se ven por ningún lado, imitando a las mamás y papás de la televisión de los años 50 en su total negación con respecto al comportamiento problemático de sus hijos. Esta inconsciencia envía un mensaje confuso: ¿realmente no tienen ni idea de lo que ocurre o son demasiado perezosos como para invertir el tiempo y cuidado necesarios para criar a sus hijos? (Algo positivo es que Dexter y su hermana apoyan a sus padres cuando es necesario). En resumen, cuando veas El laboratorio de Dexter, puedes esperar voces agudas e intensas acompañadas de rabietas, violencia, insultos y falta de respeto en general. Los niños pueden disfrutar de este espectáculo de circo, pero lo único que les quedará a los padres y madres es un dolor de cabeza. Si El laboratorio de Dexter se limitara al dibujo animado en un laboratorio, su fórmula sería muy poco divertida y en su mayor parte desagradable.