Jingle Jangle: Una mágica Navidad

Una esposa y madre muere inesperadamente, dejando a su marido desamparado e incapaz de cuidar de su hija. Un juguete volador aterriza en la cara de un hombre y parece que lo quema. El abuelo Jeronicus le grita a Journey. Don Juan abofetea regularmente a Gustafson. Dos niños tienen que huir de unos hombres que los persiguen y escapar de un incendio montados en una caja volando en un ángulo justo a través de las aspas de un ventilador en movimiento.

La Sra. Johnston coquetea descaradamente con Jeronicus. Éste recuerda haber compartido un beso con su esposa. En una escena, un niño grita: "¡No quiero morir!, ni siquiera he llegado a la pubertad". En otra escena, admite que "realmente" le gusta Journey.

"Imbécil".

Gustafson bebe, de una copa, lo que parece ser una bebida alcohólica.

Las familias necesitan saber que Jingle Jangle: Una mágica Navidad (Jingle Jangle: A Christmas Journey) es una película apropiada e incluso inspiradora para la mayoría de las edades, pero un par de escenas podrían asustar a los espectadores más pequeños. Entre ellas se incluyen algunos momentos tristes, como cuando la madre de una niña muere y su padre le pide que se vaya; o cuando un hombre ignora y después le grita a su nieta. Al final recapacita y redescubre el amor y la maravilla. En otra secuencia, dos niños emprenden una peligrosa huida después de entrar sin permiso a una finca para recuperar un robot robado. El ladrón del robot es, sólo cómicamente, amenazador, al igual que el muñeco de torero que lo persuade a mentir, robar y engañar. Estos dos personajes demuestran que la envidia, el crimen y la codicia no conducen a nada positivo. Los niños podrían sentirse inspirados por el reparto, mayoritariamente negro, y por la protagonista, una niña con una vívida imaginación y un don para la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. La película navideña también tiene algunos números musicales llamativos y mensajes positivos sobre la familia, la tradición, la paciencia, el perdón y la curiosidad.