Jurassic World: Dominio

Este final de franquicia está salvado por el trío original de actores que hicieron memorable la película Jurassic Park original. Dern, Neill y Goldblum aportan el peso necesario a Jurassic World: Dominio como personajes comprometidos con la salvación del mundo. Esto los pone en contraste con Owen y Claire, que están en una misión extremadamente personal para rescatar a su hija de una corporación con fines de lucro. Los dinosaurios son menos impresionantes esta vez, con batallas familiares (y, a estas alturas, predecibles) entre depredadores ápice y varios momentos de vida o muerte. Pero es un cambio refrescante ver a los depredadores acechando en un paisaje montañoso nevado o coexistiendo con los humanos alrededor del mundo. Los efectos visuales y otros elementos técnicos de la película son de gran calidad, con un excelente diseño de sonido y la banda sonora de Michael Giacchino que incorpora el tema original de John Williams.

Dirigida por Colin Trevorrow a partir de un guion que escribió junto a Emily Carmichael, la película reúne a los personajes originales de Jurassic Park con los protagonistas del reboot, pero la historia no encaja a la perfección. Algunos acontecimientos parecen forzados e inverosímiles (incluso más allá de la incredulidad que se necesita para ver esta franquicia), como cuando dos personajes salen de un aterrizaje forzoso sin ni siquiera un moretón visible. La caracterización es igualmente desigual, aunque al menos los tres actores de Jurassic Park no necesitan demasiado apoyo para encarnar a los científicos que muchos espectadores recordarán con cariño de la primera película. Y, a pesar de sus errores, Jurassic World: Dominio ofrece suficiente tensión y acción para entretener y dar un punto final a la franquicia.