Angry Birds 2: La película (The Angry Birds Movie 2)

Bromas tontas, un reparto de voces de lujo y un argumento de misión de super-equipo hacen que esta acelerada secuela sea más divertida que la original. Es una segunda entrega previsiblemente bienintencionada, en la que los pájaros y los cerdos se ven obligados a trabajar juntos contra un enemigo aún más temible. También muestra cómo persiste la inseguridad de Red, que hace poco era aceptado y respetado. Aunque algunos de los chistes y bromas de la película son reciclados (porque, francamente, es poco probable que los niños pequeños se cansen alguna vez de los chistes de cerditos con el trasero desnudo), la incorporación de la tercera isla misteriosa es lo suficientemente interesante como para mantener al público más joven adivinando.

La película tiene un par de subtramas románticos que caen en categorías familiares: "del odio al amor" (en este caso, más bien "de la exasperación al coqueteo") y "una segunda oportunidad" (esta crítica no revelará la gran historia). Uno de los romances parece un poco demasiado maduro para los niños más pequeños, pero hay suficiente "felices para siempre" para complacer a los cinéfilos acostumbrados a resoluciones del nivel de las princesas Disney. Los efectos visuales de alto contraste inspirados en las aplicaciones y la naturaleza tierna de los pájaros y los cerditos atraerán a los niños, al igual que el humor corporal desenfadado y absurdo. No es, ni mucho menos, un tesoro de película familiar, pero seguro que provocará suficientes risas como para convertirla en 100 minutos de diversión apta para preadolescentes.