Transformers: El despertar de las bestias

Mejor que muchas de sus vulgares y excesivamente sexualizadas predecesoras, esta entrega de la franquicia cuenta con una banda sonora de Hip-Hop de los 90 de primera, unos protagonistas simpáticos y unos personajes que no dan escalofríos. Olvídate de las explicaciones sobre la historia de los Transformers: eso sólo interesa a los fans de las series de animación. En definitiva, Transformers: El despertar de las bestias es una película de acción de fórmula (excepto por la falta de romance, que es un buen cambio) con un Optimus Prime más angustiado y otro supervillano de Transformers aparentemente indestructible. (Domingo y Dinklage hacen un trabajo admirable con sus voces profundas y siniestras, y Cullen es, como siempre, la verdadera voz de Optimus Prime. Ron Perlman es un buen tipo, para variar, en el papel del gorila Optimus Primal, y la ganadora de un Oscar Michelle Yeoh da seriedad al personaje de Airazor. Los fans de Ted Lasso reconocerán al instante la voz del autobús Wheeljack (Cristo Fernández, alias Dani Rojas). Ramos y Fishback tienen una dulce química platónica como dos jóvenes adultos criados en Brooklyn que han sido arrojados juntos en circunstancias ridículas y peligrosas, y el bien interpretado Davidson proporciona un alivio cómico muy necesario como el jocoso y engreído Mirage.

Hay momentos en la película que parecen sacados directamente de Iron Man, Pacific Rim, Godzilla o de cualquier otra docena de películas de acción (normalmente mejores), pero no se puede negar que el público se divertirá viendo cómo se desarrolla esta historia. El drama humano se siente auténtico, gracias a la relación de Noah con su hermanito, Kris. Pero en realidad no hay tiempo suficiente para detenerse en la dinámica familiar. De hecho, Elena ni siquiera tiene familia; toda su historia se limita a recordar a su difunto padre. En cuanto a las máquinas alienígenas, la devoción de Optimus por Bumblee (y viceversa) es realmente conmovedora. El director Steven Caple Jr. no está reinventando la rueda con esta película, pero se mantiene en la línea de Bumblebee: nostálgica y familiar, con muchas secuencias de acción. No está claro qué más hay que explorar en el universo Transformers, pero esta entrada tiene suficiente corazón para agradar al público.