Don't Divorce Me! Kids' Rules for Parents on Divorce

Seamos claros: estos son recorridos sinceros por la vía del recuerdo de niños menores que han compartido el estrés de las rupturas familiares. Sorprendentemente, pocos de los niños derraman lágrimas mientras hablan de que casi no ven a un padre o de que tuvieron que mudarse debido a un divorcio, pero eso no significa que no necesitarás una caja de pañuelos mientras los miras y escuchas. Hayas o no vivido personalmente la disolución de un matrimonio, no puedes evitar tener sentimientos por estas víctimas inocentes e imaginar que son tus propios hijos mostrando al mundo lo que realmente sienten en sus corazones sobre su familia.

Hay una inherente cualidad positiva en el aprovechamiento de la honestidad infantil por parte de la película. ¿Dudas por un segundo de que algo que estos chicos dicen no sea cierto? De ninguna manera. ¿Te hace pensar mucho en cómo actúas y hablas cuando tus hijos pueden verte y oírte? Absolutamente, y en este sentido, su mensaje resuena no solo en las familias afectadas por el divorcio, ya que sería bueno que la mayoría de nosotros recordara de vez en cuando que los niños absorben lo que ven en su entorno. ¿Es esta una película que deberías ver con tus hijos? He ahí el dilema, y depende de una serie de factores, incluyendo sus edades, su sensibilidad y niveles de ansiedad, y el impacto del divorcio en tu hogar. Para algunos, escuchar a otros niños expresar emociones similares a las suyas podría animarlos a hablar contigo sobre sus sentimientos; para otros, la tristeza de los personajes podría sentirse muy cercana a su situación y aumentar la tristeza que ya tienen. ¿La conclusión? Este es un documental magistralmente diseñado con mensajes importantes que compartir, pero necesitas verlo con antelación y sopesar los pros y los contras y cómo se relacionan con la situación particular de tu familia antes de verlo con tus hijos.