The Last of Us

Es fácil sumergirse por completo en esta apasionante historia postapocalíptica. The Last of Us es la mejor adaptación de un videojuego que jamás se haya visto. Gracias a The Witcher, de Netflix, y Halo, de Paramount+, estas series han recorrido un largo camino para redimirse tras décadas de películas basadas en videojuegos mal recibidas. Pero The Last of Us no es solo una serie estelar basada en un juego; también es un logro artístico impresionante que no caerá en el olvido en la temporada de premios televisivos.

The Last of Us gana puntos inmediatamente por dar un nuevo giro al género de los cadáveres putrefactos, ofreciendo una visión aterradora y científicamente plausible de un brote zombi. En lugar de desatar las habituales hordas carnívoras, un virus infecta -y altera gravemente- las mentes de sus víctimas. Pero no se limita a alimentar nuestras pesadillas futuras con una premisa más creíble, sino que complementa su acción sangrienta con una historia profundamente emocional, anclada en las interpretaciones increíblemente matizadas de Pedro Pascal y Bella Ramsey. Apoyada en un guión inteligente y reflexivo, una fotografía impresionante y unos personajes secundarios fantásticos, la relación en capas, evolutiva y conmovedora de Joel y Ellie te consumirá tan agresivamente como cualquier seta mutante.